Cali, la ciudad de los siete ríos como se observa en la figura 1, es una ciudad privilegiada por el gran recurso hídrico que tiene seis ríos que nacen en el Parque Nacional Natural de los Farallones y mueren en el río Cauca, su séptimo río, que invitan a pensar que la ciudad de Cali dispone de cantidad de agua suficiente para satisfacer las necesidades de los diferentes sectores: urbano (consumo humano), agrícola, industrial y recreativo, sin ningún inconveniente.
Figura 1. Cali, la ciudad de los siete ríos
Adicionalmente, dispone de abundantes recursos de agua subterránea ubicados en ambas márgenes del rio Cauca, en estratos confinados localizados a mas de 300 metros de profundidad. Se identifican así 3 acuíferos principales, Pance, Cali y Cauca. Las zonas de recarga de los acuíferos están relacionadas con las zonas de deyección de los ríos Cali, Cañaveralejo, Meléndez y Pance (Gobernación del Valle, 2008). La calidad de las aguas subterráneas de la ciudad de Cali está clasificada buena en términos fisicoquímicos, especialmente el acuífero de Pance. Microbiológicamente se ha identificado contaminación en los acuíferos de Pance y Cauca, principalmente asociados al inadecuado funcionamiento de los tanques sépticos y alcantarillado (DAGMA, 2000).
Según el DAGMA, en acuíferos superficiales a lo largo del rio Cauca a su paso por la ciudad, existirían reservas adicionales por aprovechar, siendo todo lo anterior compatible con la sostenibilidad del recurso en el tiempo, bajo la vieja premisa “la ciudad cuenta con más agua disponible de la que necesita”.
Desde su fundación en el año 1536, la ciudad de Cali concentró su desarrollo alrededor del rio Cali, cuyas aguas han servido de fuente abastecimiento de agua potable, como recreación y como elemento paisajístico; sin embargo, los procesos urbanísticos han sido los responsables del deterioro de la calidad del agua de ésta y las demás fuentes hídricas del municipio, la cual no es originada por el uso del agua en sí, sino por los aportes de contaminantes en los cuerpos de agua, así mismo como por los procesos y actividades que se desarrollan sobre las áreas próximas a los ríos que circundan la ciudad de Cali como lo son el río Cauca, Cali, Aguacatal, Cañaveralejo, Lili, Meléndez y Pance, los cuales han determinado de una u otra manera la historia de la ciudad propiciando los centros de urbanización y desarrollo económico de la ciudad de Cali.
CRECIMIENTO DE LA CIUDAD VS ACUEDUCTO
En la época de la colonia, se construyó en Cali un acueducto por cuenta del Gobierno Español, el cual consistía básicamente en una conducción a cielo abierto por un canal elaborado con piedra pegada con argamasa de cal, arena y savia de tuna. Su construcción fue concebida esencialmente para abastecer del líquido a la fábrica oficial de Aguardiente, situada en la acera norte de la Cra. 5 entre Calles 13 y 14. También suministraba agua a algunas viviendas, conventos religiosos y pilas públicas.
Para 1910, Cali no sobrepasaba los 20.000 habitantes, el agua se proveía a través de pilas públicas conectadas al rudimentario acueducto y como alcantarillado se utilizaban los albañales que eran canales abiertos localizados en la mitad de las calles.
La privilegiada situación geográfica por la proximidad al puerto de Buenaventura y su cálido clima, provocaron el crecimiento rápido de la población. Fue necesario entonces disponer de nuevos terrenos urbanos que poco a poco se anexaron al perímetro urbano.
En 1916 Cali ya contaba con 34.000 personas, en ese año se presentó una aterradora epidemia de enfermedades de origen hídrico que originó un acuerdo del concejo de la ciudad, en el cual se dispuso la creación de la Junta Constructora del Acueducto. Su función sería la de reformar y ampliar el sistema de abastecimiento de agua para consumo humano. En 1927 se empiezan las obras de la planta de tratamiento y la colocación de las primeras redes matrices y de distribución para servir a la pequeña ciudad. En este mismo año, se hizo construir un pozo séptico en el convento de Nuestra Señora de los Andes en Yanaconas y se controló el vertimiento de aguas servidas de las 50 casas en el sector de Pichindé ya que estaban contaminando el río Cali.
En 1931 fueron creadas las EMPRESAS MUNICIPALES DE CALI, lo cual fue la base principal para la constitución de la infraestructura urbana que habría de exhibir la ciudad a finales de la segunda guerra mundial, que le permitió atraer el interés de importantes industrias que se beneficiaron el área de Cali - Yumbo.
En 1942 se presentó una crisis de abastecimiento que desembocó en medidas para el control del consumo y dio origen a la instalación de medidores. En esta misma década hay un proceso acelerado de crecimiento industrial que acompañado de la alta migración originada por la violencia en el campo, generó una elevación dramática de la demanda y la necesidad de ampliar la cobertura. Entonces se perforaron cuatro pozos profundos en el sector de Villanueva y se amplió la capacidad de la planta de San Antonio.
Dada la situación, en 1955 se dio inicio a la construcción de la planta Río Cauca para atender una población de 330.000 habitantes, entregándose en funcionamiento tres años después. Para esta misma época, la CVC inicia la construcción del canal Sur, cuyo objeto es la recuperación de 5.000 hectáreas de tierra que se anegaban con los desbordamientos de los ríos Lilí, Cascajal, Meléndez y Cañaveralejo. Una vez terminada la obra en 1961, y dada la fuerte presión por vivienda; estos terrenos empezaron a ser invadidos, con la lógica consecuencia de mayor demanda por expansión del servicio.
Luego, hacia los 70´s se rompió el esquema urbanístico de Santiago de Cali dando paso a un acelerado crecimiento en el oriente de la ciudad y las zonas de ladera, prácticamente se crearon áreas urbanas improvisadas en las que EMCALI jugó un papel “protagónico” como institución de carácter público al dotar de servicios a estos sectores.
Hacia 1978 se inaugura la primera etapa de la planta Puerto Mallarino para atender una población que se aproximaba al 1'100.000 habitantes. Su capacidad inicial fue de 3.3 m3/s.
En la década del 80, la evolución del servicio obedeció a un plan de desarrollo llamado "Estudio de ampliación y mejoramiento de los sistemas de acueducto y alcantarillado" que fue contratado para este aspecto. Fueron factores fundamentales en sus consideraciones, la expansión acelerada del distrito de Aguablanca y la creciente urbanización del sur de la ciudad. Se inició así mismo la construcción del acueducto para la población vecina de Yumbo.
En la década de los 90 Cali se ubicó como la segunda ciudad del país en población, llegando a los dos millones de habitantes. La necesidad por el servicio creció significativamente obligando a emprender obras como la optimización de la Planta Río Cali, la construcción de la Planta La Reforma, y la ampliación de la Planta Puerto Mallarino según los últimos cálculos de capacidad instalada versus el comportamiento de la demanda.
Aunque en la década posterior la ciudad de Cali bajo nuevamente al tercer lugar en cuanto a población, la situación con respecto a la migración no cambio mucho. Con relación a este tema se puede decir que la población desplazada que llegó a la ciudad de Cali desde la década de los 70´s hasta los últimos años, se caracteriza por ser afrocolombianos e indígenas originarios de la Región del Pacífico, del sur occidente colombiano. “Según la Oficina de Paz y Convivencia, las comunas que reciben en mayor proporción a la población desplazada son la 13, 14 y 15 (Distrito de Aguablanca), las comunas de Ladera (18 y 20), el sector de Terrón Colorado (Comuna 1), la Comuna 16, la 6 y la 7 y la zona de Decepaz (Comuna 21). Estas comunas concentran barrios de estrato uno y dos y se caracterizan por tener vastas zonas de asentamientos subnormales”. De hecho, las comunas que han registrado mayor ritmo de crecimiento de la población coinciden con aquellas que albergan mayor número de población desplazada, causando a su vez un aumento drástico en la demanda agua potable para la ciudad de Santiago de Cali; teniendo en cuenta además que algunos de estos sectores son focos de contaminación de las fuentes hídricas en la medida que no cuentan con la infraestructura suficiente para la disposición de sus agua residuales. En términos generales Cali ha recibido una población mayor de desplazados en comparación de otras ciudades, causando un crecimiento demográfico desordenado.
Adicionalmente, la ciudad también ha venido creciendo de forma vertiginosa hacia la zona sur en la llamada zona de expansión del corredor Cali - Jamundi, aumentado así la demanda de recurso hídrico para satisfacer las necesidades básicas de esta población; las empresas municipales de Cali tienen información sobre los proyectos que se están o serán desarrollado por los urbanizadores en la ciudad entre los que se encuentran:
De igual forma, se tiene conocimiento de otros proyectos nuevos de urbanización y otras ya urbanizados que demandan del servicio de agua potable de la empresa prestadora del servicio de la ciudad de Cali como lo son: La zona occidental del municipio de Candelaria, el corregimiento la Dolores, Proyecto de vivienda de interés social Santa Elena, proyectos en Pance alto y el corregimiento de Navarro.
Desde esta perspectiva, el desarrollo urbanístico acelerado y desordenado de la ciudad así como la falta de una cultura ambiental para la conservación, han venido impactando ecosistemas estratégicos como humedales, rondas de los ríos y bosques, ecosistemas que se debían haber conservado para constituirse en reservorios de fauna y flora del área urbana de Cali, y que por el contrario están siendo vulnerados, impactando directamente sobre la disponibilidad de recurso hídrico para la ciudad de Cali en términos de calidad (ver anexos).
Con que se cuenta.
En la actualidad el servicio de agua potable de la ciudad de Cali es prestado a través de 5 sistemas de tratamiento que se abastecen de los ríos Cauca, Cali, Pance y Meléndez. El sistema de distribución está dividido dependiendo del tipo de servicio: red alta, red baja y La Reforma. Adicionalmente está el sistema de La Ribera con el cual se pretende cubrir el sector de Pance. En la tabla 2 se indican las características de cada Planta.
A primera vista, el acueducto de la ciudad de Santiago de Cali tiene un balance hídrico bastante favorable, tal como se deduce al comparar la demanda actual de agua potable equivalente a 7.2 m3/s con la oferta actual de sus fuentes hídricas y la capacidad instalada y firme de tratamiento, tal como se detalla Cuadro anterior.
La cruda realidad
Haciendo previsiones pesimistas, la oferta de agua potable atendería la demanda de la ciudad hasta el año 2038, situación que mejoraría ostensiblemente mediante acciones sobre la racionalización del consumo que se están ejecutando en la actualidad, lo que permitiría disminuir el nivel de demandada, en estas condiciones el balance se mantendría hasta mediados del presente siglo. Sin embargo, existen varias realidades que ensombrecen el panorama y modifican la situación planteada, dado que hoy por hoy la situación del recurso hídrico del municipio, con relación a su calidad, no es la mejor, al presentar contaminación de sus fuentes de abastecimiento con aguas residuales domesticas e industriales durante su trayecto en los centros poblados y área urbana. Esto limita el uso para consumo humano en la población, siendo necesario emplear sistemas de tratamiento muy costoso; aunque al parecer el agua de los ríos Aguacatal y Lili son consumidas sin ningún tratamiento por la población aledaña a estos.
En cuanto a la disponibilidad de las aguas subterráneas en términos de calidad se tiene que para el acuífero de Pance sus aguas se encuentran contaminadas por la disposición de las aguas residuales en pozos sépticos y campos de infiltración las cuales se han ubicado en las zonas de recarga. El acuífero de Cali está contaminado por la filtración de aguas residuales y el acuífero A del Cauca está contaminado por los lixiviados que produce el relleno sanitario o “Basurero de Navarro”, los asentamientos subnormales asentados a orillas del río Cauca, las filtraciones de aguas residuales del sistema de alcantarillado y la recarga con aguas del río Cauca.
De la misma forma, el río Cauca fuente principal de abastecimiento para el acueducto de la ciudad de Cali, según análisis bacteriológicos, es una fuente de abastecimiento de alta contaminación por coliformes fecales con un bajo índice de oxigeno disuelto. Igualmente los ríos Aguacatal, Cali, Cañaveralejo, Meléndez, Lili y Pance, en una menor escala, se encuentran con niveles de contaminación que los hace ríos no aptos como fuente de abastecimiento y donde no es permitido contactos primario y secundario con el agua.
Ahora si bien, el agua consumida en el municipio es “potable”, según las normas establecidas para ello, es preciso tener en cuenta la alta cantidad de procesos químicos a que debe someterse (ríos Cali, Meléndez y Pance tienen menores índices de contaminación y los procesos químicos son más bajos) y sobre todo los posibles efectos que ello puede producir a largo plazo en la salud de las personas, sin contar con los altos costos de potabilización que debe pagar toda la población.
Uno de los principales problemas en el sistema de abastecimiento de agua en la ciudad de Cali está relacionado con los problemas de calidad del agua del río Cauca, lo cual genera frecuentes interrupciones en los sistemas de potabilización de Puerto Mallarino y Río Cauca (ver anexos). Estas interrupciones se generan principalmente por aportes de cargas contaminantes que llegan por el Canal Sur, producto de las re suspensiones, durante las lluvias, del material sedimentado en este sistema de drenaje (Figura 3). Es así como se descarga al río una alta contaminación en un corto periodo de tiempo (picos). Los cierres de las plantas de potabilización también son producidos por el impacto generado por los procesos erosivos y el arrastre de material contaminante (fertilizantes, pesticidas, de la actividad minera, etc) proveniente de las cuencas de los ríos Desbaratado,
Los ríos Lili, Cañaveralejo y Meléndez desaparecen como cauces naturales al ingresar a la ciudad; estos tres ríos finalmente descargan al sistema de Drenaje Sur. Se pierde así una parte importante de los ecosistemas asociados a estos recursos hídricos.
Como consecuencia de todo lo anterior el sistema que abastece de agua a los caleños, fue frecuentemente suspendido y restringido (hasta el año 2.010) por la baja calidad del agua del río, producto de las altas cargas contaminantes y los altos niveles de turbiedad en el punto de descarga del canal Sur, el cual se encuentra unos kilómetros antes de la bocatoma de puerto Mallarino, de la cual se abastecen cerca del 80% de agua potable de la ciudad. A continuación se muestra una gráfica de las paradas de la planta de puerto Mallarino en la última década
Es así como la denominada ciudad de los siete ríos ha visto como estos se degradaron, sin que aflore en sus habitantes ninguna sensibilidad para su defensa y rescate. Ese elemento cultural de la caleñidad de la relación ancestral con el agua se ha roto y solo queda la comunión que se realiza cada fin de semana con el rió Pance. El deterioro permanente de las fuentes hídricas viene causando problemas en el suministro de agua potable en la ciudad. Las plantas de potabilización ubicadas sobre el río cauca debían ser sacadas frecuentemente del servicio por los altos niveles de turbiedad y contaminantes que arrastran sus aguas, asociado al deterioro de las cuencas de sus ríos tributarios, situación que afectaba no solo la calidad sino la continuidad del suministro de agua potable y el aumento de los costos de producción de agua potable para la población.
“La solución”
Por los motivos anteriormente expuestos, las empresas municipales de Cali EMCALI EICE ESP en cabeza del Gerente de la Gerencia de la Unidad Estratégica de Negocio de Acueducto y Alcantarillado Ing. Jorge Enrique Ángel Gómez y el apoyo de la Gerencia General de la época, organizaron el primer foro del agua promovido por la empresa con el fin de poner en conocimiento a la comunidad científica, los gremios y la comunidad en general sobre la problemática de deterioro de la calidad del rio debido a los problemas de erosión en su cuenca y las cuencas de sus tributarios y los vertimientos de aguas residuales y de la agroindustria.
El impacto institucional negativo que causaba el hecho de cerrar las bocatomas de las plantas y no ingresar al tratamiento estas aguas ya que los procesos de tratamiento no permitían asegurar la calidad del agua en tales eventos llevo a la EMCALI a tomar una decisión de choque que permitiese garantizar la continuidad del servicio.
Así, en Agosto del 2008 y como una medida de control para garantizar la continuidad del suministro de agua potable frente a eventos extremos que afectan la calidad del agua, EMCALI EICE ESP seleccionó dentro de un conjunto de 4 alternativas la construcción del reservorio de agua de 80.000 m3 para garantizar el abastecimiento de agua de forma continua a la ciudad de Cali, flexibilizando así la operación de la planta de tratamiento de Puerto Mallarino.
El reservorio entro en funcionamiento en el mes de Octubre del 2009 y había mostrado resultados satisfactorios como medida de control del riesgo sanitario asociado a las paradas de planta antes mencionadas.
La operación del reservorio está asociada a situaciones de alta turbiedad (< 3000 UNT) y bajo oxigeno disuelto, consiste en el ingreso del agua del reservorio al tren de tratamiento o procesos de la planta desde los desarenadores, pudiendo tratar un caudal total de 5.5 m3/s. La autonomía de reserva de agua para esta demanda es desde 4 horas para el caso más crítico de carga contaminante y hasta aproximadamente 8 horas, rango de tiempo en el que se encuentra más del 95% de las paradas de planta.
Esta “solución” que requirió de muchos estudios y por ende presupuesto para su ejecución (alrededor de 12.000 millones de pesos) ha podido evitar 38 de las 40 paradas de la planta Puerto Mallarino desde su inauguración hasta el mes de abril de 2011, tal como lo muestra la tabla 3.
Las dos paradas de planta restantes se asocian a eventos de alta carga orgánica, una para el año 2.010 y la otra para el mes de abril del 2.011, esta última la más crítica ya que dejó a más 1´700. 000 de personas sin el servicio de agua potable por más de 18 horas, lo cual dio una voz de alerta y mostró la vulnerabilidad que aún se tiene con el tema de disponibilidad de agua potable para la ciudad.
Con relación a este tema, algunos expertos consideran que el sistema del reservorio es un alivio a corto plazo, pero para cortar el problema de raíz habrá que hacer mucho más, si se tiene en cuenta que hace diez años no se necesitaba de ningún reservorio ni nada por el estilo, y hoy en día hay inviernos cada vez más fuertes y veranos más prolongados que cambian las condiciones del río Cauca.
Lo peor es que los problemas del río Cauca parecen ser cada día más complicados. Por lo menos así lo sostiene Jorge Latorre, director del Instituto de Investigación y Desarrollo del Abastecimiento de Agua (Cinara). El ingeniero sanitario señala que la calidad del agua del río seguirá deteriorándose si no se adelantan tareas conjuntas. “Las condiciones ambientales del río no van a mejorar ni en 5 ni en 10 años. Su recuperación requiere de mucho tiempo”, advierte. Por eso, considera que este reservorio, tendría que ampliar su capacidad. También indica que para mejorar el abastecimiento de agua en Cali es preciso “hacer la conexión de las redes baja y alta del acueducto de la ciudad, insistir en que la gente disminuya sus consumos y desarrollar el embalse del río Cali”.
Existen otras posiciones alrededor del tema del reservorio como solución para la problemática que afronta la ciudad en materia de disponibilidad y continuidad de agua potable y afirman que la evaluación de este tipo de alternativas se realiza en muchos casos sin considerar todos los costos para las diferentes opciones, lo cual conlleva a decisiones que a mediano y largo plazo no resultan ser las más adecuadas.
La verdad es que al día de hoy los números avalan el reservorio como solución preliminar al inconveniente de disponibilidad y continuidad de agua potable para la ciudad, en la medida que ha podido soportar el 95% de las paradas de la planta de Puerto Mallarino, aunque cabe mencionar que es necesario de medidas más de fondo para resolver o menguar la problemática actual, entendiendo además que las “soluciones” deben ser en adelante compartidas con los demás actores alrededor del tema (municipio, autoridad ambiental, academia, ONG´s, la comunidad organizada, entre otros).
El futuro del agua potable para Cali
Hacia a donde apuntar
El río Cauca llegó a su tope como fuente de agua para la ciudad y por lo tanto es necesario buscarla la solución a este inconveniente en otros lados, es por eso que dentro las posibles soluciones a futuro se muestran la siguiente gama de alternativas:
- Construir un embalse en la cuenca alta del Río Cali, lo cual es atractivo por la rapidez de su desarrollo, alrededor de 7 años; sin embargo no lo es tanto por sus costos, un poco más de cien millones de dólares y su baja capacidad de embalse.
- Acometer de inmediato los estudios necesarios para tomar una decisión definitiva entre varias alternativas: Embalse del río Timba, (que tiene opciones atractivas de generación de energía y regulación de crecientes). Embalses del río Guachinte y/o río Claro y embalse del río Jamundí. En ninguno de los estudios citados se ha llegado a las etapas de factibilidad y diseño, si a estudios preliminares.
- Captar de aguas del actual embalse de Salvajina, localizado a ochenta kilómetros de la ciudad. Es una opción atractiva tanto por la garantía de los caudales requeridos como por la calidad de las aguas, libres de la turbiedad de los ríos Palo, Guachinte y Timba, causada por la deforestación, la minería ilegal y los cultivos ilícitos. Es una solución de baja complejidad técnica, pero que debe complementarse con una planta de tratamiento a la altura de Pance.
- El trasvase de agua de la cuenca del Anchicayá y otros ríos de la vertiente del Pacífico tiene la limitación de servir solo para reforzar la red alta. Sobre esta propuesta no se han hecho estudios y su posible impacto ambiental en el ecosistema del Parque de los Farallones exige sumo cuidado en su consideración.
- Recuperación de las cuencas hidrográficas de los ríos que atraviesan la ciudad de Santiago de Cali, en una tarea mancomunada con todas las entidades que tiene que ver con la problemática, en busca del aseguramiento definitivo del agua potable para la ciudad con una mirada hacia el desarrollo sostenible.
1. El continuo y creciente deterioro de la calidad del agua cruda del río Cauca, tanto por contaminación como por turbidez, que ocasiona paradas cada vez más continuas y de mayor longitud en las dos plantas que se surten de esta fuente.
2. Desde 2001, estas paradas suman más de 100, concentrándose su frecuencia hacia los dos últimos años. Esta condición afecta el 75% de la oferta nominal y el 85% si se toma la oferta firme.
3. El problema de contaminación del río Cauca tiene unas dimensiones y una inercia tal que, al menos a corto plazo, la calidad fisicoquímica y bacteriológica del río Cauca seguirá deteriorándose paulatinamente hasta el punto que llegará el momento en que no estará disponible como fuente de agua cruda para abastecimiento de las comunidades aledañas.
4. En caso de que se establecieran y ejecutaran acciones interinstitucionales inmediatas, y sostenidas, tanto en la cuenca alta del río Cauca como de sus tributarios ubicados aguas arriba del sitio de captación para el acueducto de Cali, éstas tomarían un tiempo largo en ser planificadas e implementadas y sus efectos sobre la calidad del agua del río solo se reflejarán a mediano y largo plazo.
5. Los modelos de predicción establecidos indican, desde el punto de vista optimista, que al menos durante los próximos diez años, la calidad del agua del río Cauca se deteriorara o en el mejor de los casos mantendrá sus niveles actuales.
6. El río, la cuenca alta, la ciudad de Santiago de Cali y la región necesitan un plan interinstitucional concertado y consensuado, y con los recursos económicos necesarios para el manejo integral del recurso hídrico de su cuenca alta y media.
7. Se requiere disminuir la vulnerabilidad y dependencia del sistema ante eventos de contaminación del río Cauca, o ante cualquier contingencia ocurrida en la captación o plantas del río Cauca.
8. Es urgente brindar mayor confiabilidad del servicio de acueducto a la ciudad.
9. El suministro por bombeo es costoso y lo será mucho más ante la perspectiva real del aumento desmesurado del costo de la energía.
10. La ciudad tiene una fuerte dependencia de las fuentes bajas, contrario a lo que ocurre con las fuentes altas, bastante más económicas y de mejor calidad.
11. La dificultad que tiene la ciudad y EMCALI para formalizar un mejor uso del recurso agua, expresado como índice de agua no contabilizada.
12. El reservorio que construyo EMCALI en Puerto Mallarino brinda una autonomía al sistema de 4 a 8 horas pero ante la ocurrencia de contingencias mayores el sistema necesita de un mayor almacenamiento.
Estas razones, integradas a la posibilidad de establecer un plan de gestión del recurso hídrico que posibilite el mejor uso social del recurso de la cuenca, justificaron la evaluación de factibilidad del presente proyecto; y, si su viabilidad es evidente, continuara inmediatamente con el diseño y la preparación de los Pliegos de Contratación de las obras, planes y proyectos de gestión del recurso hídrico.
También se está hablando de hacer una nueva captación de agua, aguas arriba de la actual, del contaminado Rio Cauca para la planta de Puerto Mallarino. Esta solución sólo mitigaría los eventos ocurridos por las crecientes de los ríos que se encuentran después de la nueva toma y por la entrega del canal de aguas lluvias CVC-Sur, continuando con los riesgos que he comentado en escritos anteriores de dependencia de los sistemas de bombeo y de los riegos de contaminación del Río Cauca incluidos los trihalometanos, los altos costos de potabilización, los costos de energía y tratamiento de esa agua. Todos estos valores adicionales que pagan todos los usuarios, vía tarifa.
De todas formas, como se quiera el futuro del agua y los ríos de Cali, está indisolublemente vinculado al fortalecimiento, desarrollo y reorientación de sus Empresas Municipales y el apoyo de las demás instituciones relacionadas con el tema, toda vez que la empresa de acueducto del futuro, en Colombia y el resto del mundo, se insinúa, necesariamente, como una empresa socio-ambiental. No solamente se trata de proveer agua potable a la ciudad sino también de garantizar el derecho a su acceso a todos los ciudadanos, independientemente de su condición económica, así como de propender por su ahorro y buen uso. No se trata solamente de recolectar las aguas servidas de carácter doméstico e industrial y descontaminarlas para regresarlas al medio natural con una calidad que sea aceptable para la salud humana y la naturaleza, sino también de participar activamente en la protección de los ecosistemas estratégicos relacionados con el agua, como son los páramos y subpáramos, el bosque alto andino, y el bosque de niebla.
En fin, EMCALI, como empresa pública, tienen la gran oportunidad, y el deber, de participar activamente en la gestión integrada de este recurso, pues solo así estará en capacidad de garantizar, en el futuro, el agua para beber requerida por Cali y las poblaciones vecinas, y de contribuir, así, en forma plena a garantizar el derecho de todo los ciudadanos a disfrutar de un medio ambiente sano.
Ojala que la falta de liderazgo, la carencia de una visión holística y la falta de criterio para priorizar las inversiones no limiten el desarrollo de proyectos concebidos bajo los conceptos de sostenibilidad y la gestión integrada del recurso hídrico (recuperación de las cuencas hidrográficas). Dado que es muy común en nuestra cultura implementar soluciones “al final del tubo” y con proyección de corto plazo. Tal como lo ha demostrado la historia.
interesante información,me gustaría conocer la fuente bibliografica
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